Los que me conocen saben que no soy de redes sociales, fotos y posts. Pero cuando recibí este diploma, el primer sentimiento que tuve fue de gratitud y por eso no pude dejar de escribir.
Gratitud a Dios por el regalo que fue esta oportunidad de aprender a través de una universidad tan increíble, gratitud a todo el equipo de LSDM, gratitud por haber logrado completar este maravilloso curso.
Empecé mis estudios con la visión limitada que tiene la mayoría de la gente -y está bien- sobre lo que es el diseño y lo que hace un diseñador. Según la creencia popular, un diseñador hace cosas diferentes, bonitas y caras. Hoy puedo decir con propiedad que el mayor objetivo de un diseñador es mejorar la vida de las personas, es resolver problemas, proponer soluciones a menudo sencillas, pero muy eficaces. Nunca olvidaré el vídeo que se puso a disposición en una de las clases, en el que se mostraba a un grupo de diseñadores que se unieron para ayudar a una tribu muy humilde en la que la gente tenía que caminar kilómetros para buscar agua potable y en el camino de vuelta llevaban sobre sus hombros bidones gigantes llenos de agua. Muchos pensarían en un carro eléctrico, o lo obvio, una tubería para llevar el agua a la tribu, sin embargo ninguna de las hipótesis era posible, porque no había recursos económicos ni apoyo de entidades públicas. Así, este grupo de diseñadores desarrolló el proyecto de un carro manual, siendo muy simple, de muy bajo costo, de construcción rápida y viable, compatible con el suelo de la región de los usuarios, siendo eficiente.
Los miembros de la tribu siguieron caminando kilómetros hasta el agua, pero ya no tendrían que regresar con un tremendo peso sobre sus hombros. A continuación, empezaron a «empujar» los bidones utilizando el carro desarrollado por los diseñadores. Creo que esta historia ejemplifica claramente el papel de un diseñador, que es: mejorar la vida cotidiana de la gente, marcar la diferencia en la vida de las personas para bien; incluso sin recursos perfectos y aunque tus proyectos no puedan «ser perfectos», pero son posibles y repercuten en la vida de una o muchas personas.
En mi sencilla opinión, para ser un gran diseñador es necesario buscar ser: observador, curioso, intrépido, sencillo, ético, humano, accesible, empático e innovador. Permanecer en constante búsqueda de conocimiento, para desarrollar soluciones inteligentes y ejecutables.
Para mí este diploma no es sólo un papel expedido por una gran universidad, es la materialización de un sueño y la representación de mi superación, resistencia y pasión por el diseño. Estaré eternamente agradecida a LSDM y a la UCA por esta oportunidad y por todos los conocimientos transmitidos, ¡y aún más por tanta humanidad hacia los estudiantes! No me sentí como «una alumna más», me sentí como Bruna y eso no tiene precio.
En especial me gustaría expresar mi gratitud y afecto a mi tutora Andreana Buest que me ayudó, enseñó e inspiró mucho, a Sara Petiz que dirigió el curso con excelencia y humanidad, y a los coordinadores Nuno Sá Leal y Armando VILAS-BOAS que contribuyeron a nuestro desempeño a través de valiosos feedbacks.
¡Mi eterna admiración a todos los miembros de LSDM y de la UCA!
¡Gracias!
Bruna Leite
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