La educación ha experimentado grandes cambios en los últimos tiempos y, la pandemia, ha contribuido a acelerar el proceso.
Hace unos años, el aprendizaje en línea era el «Patito Feo» de la educación superior, incapaz de competir con el prestigio y el reconocimiento de las clases presenciales.
Hoy en día, cada vez son más los estudiantes que optan por estudiar online debido a la flexibilidad que ofrece, pudiendo conciliar con su vida personal y profesional o incluso estudiar desde cualquier parte del mundo. Según una encuesta publicada por el Foro Económico Mundial (FEM), el 77% de los jóvenes tiene al menos un curso en línea en su currículo, y esta tendencia va en aumento.
Cuando se decide inscribirse en un curso, la siguiente decisión es dónde y cómo se va a hacer.
Hemos sopesado los pros y los contras del aprendizaje online frente al tradicional, y hay un claro ganador.
Flexibilidad
En términos de flexibilidad, el estudio online es claramente el ganador.
Con la ajetreada vida actual, entre el trabajo y la familia, estudiar en línea permite a los estudiantes organizarse según su disponibilidad y estudiar a su propio ritmo sin la presión de los horarios de estudio presenciales.
Los programas de estudio online ofrecen más flexibilidad que los programas presenciales.
Hoy en día, hay cada vez más nómadas digitales, que eligen no estar atados a un lugar determinado, prefiriendo viajar y ver el mundo mientras trabajan y/o estudian, y aquí, el aprendizaje en línea es sin duda la opción perfecta.
En el aprendizaje presencial, los estudiantes tienen un horario fijo que puede no adaptarse a su vida personal, lo que genera estrés y desánimo, y puede llevar al estudiante a abandonar.
Interacción
Todavía existe cierto temor respecto a la interacción de los estudiantes con la escuela online, sin embargo, este temor no tiene razón de ser. El aprendizaje en línea proporciona a los estudiantes herramientas como chats, blogs, vídeos, videoconferencias y documentos compartidos que hacen que los cursos sean dinámicos, intuitivos y fáciles de seguir. Este sistema asíncrono permite a los estudiantes asistir a las clases, trabajar, comunicarse, hablar con los profesores/tutores y acceder a los contenidos dondequiera que estén, algo que el aprendizaje presencial no puede ofrecer.
Otro punto positivo del aprendizaje en línea es que estimula la proactividad y la curiosidad de los estudiantes, el trabajo en colaboración, el pensamiento crítico y la independencia.
Con el aprendizaje presencial, los alumnos adoptan un papel más pasivo y tienen que adaptarse al ritmo del profesor, que es la principal fuente de información.
En este punto, puede que piense: «Claro, todo eso es perfecto, pero ¿qué pasa con la interacción con mis colegas?».
Bueno, ese es un punto importante. Algunos estudiantes pueden crecer con las interacciones presenciales de un aula. Pero hay muchas herramientas de aprendizaje y comunicación en línea que pueden llenar ese vacío. Si lucha con sentimientos de timidez o ansiedad social, interactuar en línea con sus compañeros y profesores/tutores puede ayudarle más eficazmente. Puede ayudarle a contribuir a las conversaciones de grupo con mayor eficacia. Algo que probablemente sería un reto en un aula tradicional.
Con el aprendizaje en línea, tiene menos distracciones y más tiempo para elaborar sus argumentos, lo que le llevará a una mejor comunicación.
Y si le gusta conocer gente nueva, nuevas culturas y debatir ideas, el aprendizaje en línea es el lugar ideal para usted. Podrá interactuar con estudiantes de todo el mundo.
Costos
Un punto importante, y a veces es el factor decisivo a la hora de inscribirse en un curso.
El aprendizaje en línea es cuatro veces más barato que cursar en un campus en el Reino Unido. Las tasas de matriculación son más bajas porque la infraestructura y otros costos también son menores.
Pero no se trata sólo de los costos de inscripción. Piense en los gastos de viaje y comidas y añádalos a los gastos del curso.
Como el tiempo es dinero, no se olvide de considerar el tiempo que dedicará a los viajes para el campus. Haga una simulación del número de horas que pasará viajando hacia y desde el campus, y se sorprenderá con todo el dinero y el tiempo que puede ahorrar con el aprendizaje en línea.
Estos son los tres factores principales en los que puede (y debe) pensar antes de decidirse a inscribirse.
Al principio de este artículo, decimos que «el aprendizaje online solía ser considerado el patito feo de la educación superior». Como puede ver, cada vez se parece más a un cisne.
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